Hoy voy a transcribir de forma literal un fragmento de un artículo publicado en La Vanguardia.com hoy mismo, cuyo título es "El liderazgo empieza en uno mismo": "Es difícil de alcanzar, pero aquí no se habla de personas estupendas, sino que se define el buen liderazgo -más que al líder- con posibilismo. Muchas de las personas que durante estos años entrevistaron los autores admitían la pobreza de su vida personal y el sueño de lo que denominan la "fantasía sabática". Es decir, descansar durante un tiempo para reconectar, planteamiento que consideran que parte del autoengaño, de la convicción de que uno sería capaz de conectar consigo mismo en todas las partes del mundo, menos en la que está en esos momentos. Ante ello, aconsejan la desconexión diaria por pequeña que sea, la búsqueda de momentos de soledad que permitan dejar de ser como los hámsters "que corren sobre la rueda de la jaula" sin saber por qué. El liderazgo se plantea no sólo como e
"... porque he decidido que no me voy a contagiar de tanto pesimismo y de tanta gente tóxica, porque creo firmemente en lo sencillo y que en las pequeñas cosas está la magia y especialmente porque creo que la vida es un regalo que vale la pena disfrutar. Por eso y por mucho más no me acostaré sin escribir al menos una cosa buena al día, algo que aunque parezca insignificante, es positivo, y vale la pena recordar. Abramos los ojos a tantas cosas maravillosas y enriquezcámonos con ellas."